Cuando pensamos en cine lésbico o LGTBI+, solemos imaginar títulos recientes, con representación clara y personajes que, por fin, viven sus deseos sin esconderse. Sin embargo, la historia del cine nos guarda sorpresas inesperadas, y una de ellas es A Florida Enchantment, una comedia silente de 1914 que, con humor y una premisa fantástica, ya jugaba con temas de ambigüedad de género, identidad y deseo no normativo.
Una semilla mágica, un cambio radical
La historia comienza de forma aparentemente inocente. Lillian Travers, una joven de clase alta, llega a un balneario en Florida junto a su prometido, el doctor Frederick Cassadene. En su equipaje, Lillian lleva una extraña semilla proveniente de África, junto a una carta que advierte: quien la consuma se convertirá en el sexo opuesto, aunque externamente mantenga su apariencia.
Curiosa y algo desencantada con su entorno, Lillian se traga la semilla. Al día siguiente se despierta sintiéndose diferente: su voz cambia, su comportamiento se masculiniza, y el detalle más visible —aunque también humorístico— es que comienza a crecerle barba y bigote. A partir de ahí, su actitud cambia radicalmente: se convierte en una mujer seductora, activa y segura, que coquetea abiertamente con otras mujeres y provoca el desconcierto de su prometido.
Una joya temprana del cine queer
Aunque A Florida Enchantment no puede clasificarse directamente como una «película lésbica» en el sentido moderno, su valor histórico como una de las primeras representaciones de lo queer en el cine es innegable. En una época en que la homosexualidad y el travestismo estaban condenados social y legalmente, esta comedia se atrevió a mostrar, aunque fuera desde lo fantástico y lo cómico, una disidencia clara frente al binarismo de género y la heterosexualidad obligatoria.
Lillian, bajo la influencia de la semilla, rompe con el rol pasivo que se esperaba de una dama. Flirtea con otras mujeres, las seduce e incluso pone en jaque la masculinidad de su prometido. Más aún, cuando el doctor Cassadene también decide tomar la semilla, se invierte el juego de roles y se desata el caos: el orden de género tradicional ya no tiene sentido.
Subtexto queer bajo la risa
Vista hoy, la película puede parecer un producto de su tiempo: los estereotipos racistas sobre África, el uso del travestismo como recurso cómico o la falta de una mirada empática hacia las identidades trans actuales son aspectos que hay que contextualizar. Pero al mismo tiempo, lo que la hace fascinante es que, bajo su humor naif, esconde un deseo profundo de transgresión.
Muchos estudiosos del cine y de los estudios queer han reinterpretado esta obra como una pionera en su forma de abordar el género como algo fluido y performativo. Lillian, al cambiar de actitud tras consumir la semilla, no cambia de cuerpo, pero sí de identidad. Sus deseos cambian. Su libertad crece. Y eso, aunque no tenga un final feliz en términos lésbicos, nos habla de la posibilidad de imaginar otros cuerpos, otros géneros y otros amores en una pantalla.
Un precedente silenciado
Por supuesto, A Florida Enchantment no fue promovida en su época como una película con contenido lésbico. El término ni siquiera se usaba en los términos actuales. Pero eso no impidió que la censura de ciertos estados norteamericanos intentara retirarla de las pantallas por «inmoral». Como tantas otras historias queer, quedó relegada a los márgenes durante décadas, hasta que el análisis feminista y de estudios LGTBI+ la rescató en el siglo XX como una pieza clave de la historia del cine disidente.
Ficha técnica de interés:
- Título original: A Florida Enchantment
- Dirección: Sidney Drew
- Guion: Marguerite Bertsch, Eugene Mullin
- Estreno: 10 de agosto de 1914
- Duración: 63 minutos
- País: Estados Unidos
- Género: Comedia, cine silente, fantasía queer
¿Por qué es relevante para el cine lésbico?
Aunque no hay una historia de amor lésbico explícita como tal, A Florida Enchantment permite ver algo revolucionario para su época: una mujer deseando a otra sin castigo inmediato, con una intención provocadora, aunque en clave de comedia. Es una película que se atrevió a mostrar, aunque sea simbólicamente, la posibilidad de un deseo femenino no heterosexual. Y eso, para 1914, es más que notable.
También plantea preguntas que siguen vigentes: ¿qué define nuestra identidad? ¿El cuerpo, el deseo, la mirada del otro? ¿Qué pasa cuando el género deja de ser fijo y se convierte en juego, en tránsito, en performance?
Dónde verla
Gracias a su dominio público, A Florida Enchantment puede encontrarse en varias plataformas de archivo fílmico y en YouTube.
Ver Online gratis A Florida Enchantment
Algunas restauraciones están acompañadas de música de época, lo que permite disfrutar mejor su estética y su humor.
A Florida Enchantment no es una película lésbica al uso, pero es una joya pionera del cine queer. Su valor no solo está en lo que muestra, sino en lo que insinúa, en lo que provoca, en lo que deja entrever sobre el deseo femenino y las posibilidades de romper con la norma. En LesbiEstupenda la recordamos como lo que es: una semilla cinematográfica que germinó contra todo pronóstico.